Hidrocarburo parafínico, líquido en condiciones normales. El peso específico del n-heptano es de 0,688 kg/dm3. Para obtener la combustión completa con transformación en dióxido de carbono y agua, son estequiométricamente necesarios 15,13 kg de aire por cada kilogramo de ra-heptano. Se halla contenido (9 a 10% en volumen) en el petróleo crudo.
Su fórmula estructural en cadena lineal explica la facilidad con que esta molécula Puede romperse, dando radicales libres que hacen que la mezcla de n-heptano y aire se autoencienda rápidamente. La temperatura de autoencendido es muy baja (247 °C, en vez de los 447 °C del isooctano), así como su resistencia a la detonación. Por este motivo, el ft-heptano constituye el cero en la escala del número de octano, mientras que el isooctano, hidrocarburo de cadena ramificada, por su compacidad, y por ser más resistente a la oxidación, constituye el 100.
El gran número de reacciones de preinflamación que se observan con este hidrocarburo se debe a su reducida resistencia a la oxidación. En efecto, al comienzo de la *combustión, es decir, cuando la mezcla aire e hidrocarburo comienza a reaccionar sin haber dado lugar todavía a un frente de llama normal, se forman grandes cantidades de productos intermedios de oxidación parcial del n-heptano (aldehidos y cotonas). Estos estados, que en la terminología propia de la combustión se conocen como llamas frías y llamas azules, son especialmente visibles en las instalaciones de laboratorio, como el reactor vertical de flujo. Asimismo, pueden observarse en los motores, por medio de sistemas adecuados (fotomultiplicadores), antes de la llegada del frente de llama producido por la bujía de encendido.