A principios de los años cincuenta, Paul Emery, un británico aficionado a los automóviles de competición, construyó un Fórmula 1 utilizando un bastidor Rapier y un motor Duesenberg de 4.500 ce. Este monoplaza se llamó Emeryson, marca que luego se aplicó a todos los automóviles fabricados por el pequeño taller británico. En efecto, Emery construyó más tarde algunos monoplazas de Fórmula 3 de 500 ce, con bastidor tubular y suspensiones independientes en las 4 ruedas, que alcanzaron gran éxito. Animado por estos resultados, Paul Emery volvió a dedicarse a la Fórmula 1, montando bastidores y motores de diversas marcas británicas; por ejemplo, sobre un bastidor Cooper instaló un motor Connaught. En 1959, el hijo de Emery proyectó un Fórmula Júnior con motor delantero, al que llamó Elfin. Simultáneamente, Paul Emery ideó uno con motor trasero que fue realizado por la Lister y vendido por la Connaught. En 1960, la empresa se dedicó también a la construcción de un gran turismo en el que podían instalarse motores Ford o Hillmann Imp. Sin embargo, en 1961 la ausencia de un soporte comercial interrumpió las actividades de producción de la fábrica, la cual se dedicó exclusivamente a las transformaciones.