Compuestos, generalmente de base polimérica, que permiten la unión de dos o más piezas, incluso de distinta naturaleza; dicha unión es debida a las fuerzas atractivas (de adherencia y de cohesión) que se originan sobre las superficies libres de las capas de cola extendidas sobre las piezas mismas. Aunque se puede distinguir entre colas y *adhesivos, asignando a éstos la misión de lograr una unión absoluta (los materiales unidos se comportan como una sola pieza), en la práctica ambas voces se suelen tomar como sinónimas.
El uso de las colas es conocido desde la Antigüedad; por ejemplo, 3.500 años a.C, los egipcios empleaban colas a base de goma arábiga extraída de las plantas de acacia, para fijar los adornos sobre los sarcófagos de madera.
A principios de siglo, con la difusión de las colas en los trabajos de grandes series, se iniciaron los estudios científicos de las mismas, que llevó a la realización o consecución de una vasta gama de adhesivos, hasta tal extremo de poder afirmar que ya es posible encolar cualquier material si se usa el producto adecuado.
Las principales ventajas de estas substancias son:
- las partes que se han de unir no sufren ninguna alteración;
- se reducen los costes, puesto que las operaciones de unión son muy simples;
- las solicitaciones se distribuyen sobre toda la superficie de unión;
- se pueden unir metales distintos sin peligro de corrosión electroquímica, puesto que la capa de cola actúa como aislante;
- se impermeabiliza la zona de unión evitando infiltraciones de agua.
Las colas pueden clasificarse según el proceso de formación de la unión, según su naturaleza química y según el grado de resistencia de la junta. Se dividen en: colas a base de gomas naturales y regeneradas (encolado de goma sobre goma, goma sobre hierro); poliu-retánicas (encolado de PVC sobre PVC); neoprénicas (encolado de PVC sobre hierro, PVC sobre chapa, goma sobre goma, goma sobre metal, gomaespuma sobre metal); acrilonitrílicas (encolado de PVC sobre PVC, metal sobre metal); epoxídicas (encolado de metal sobre metal, materias plásticas); vinílicas (encolado de materias plásticas); termofundibles (encolado de laminados plásticos).
En los últimos años se ha afirmado la técnica de encolado de los metales, gracias a las resinas epoxídicas, que permiten realizar uniones de óptima calidad; basta pensar que sobre la superfortaleza norteamericana B 52 las uniones mediante resinas epoxídicas son 4 veces superiores a las soldadas o remachadas.
En el campo automovilístico las colas para metales se utilizan cada vez más para montar los forros de freno y para fijar los refuerzos de los capós y de las puertas. De uso reciente son las colas para montar el parabrisas y la luneta, los ganchos de apertura de los deflectores, las alfombras, el imperial, etc.
Un tipo especial de colas o adhesivos son los sellantes, que se utilizan entre goma y vidrio de los cristales fijos y en las soldaduras por puntos.