Puede tratarse de la dilatación lineal, superficial o cúbica, y permite calcular la dilatación que experimenta un cuerpo cuando aumenta su temperatura, por efecto del calor.
El coeficiente de dilatación lineal t es el alargamiento de la unidad de longitud de un cuerpo cuando su temperatura aumenta 1 °C. Cuando se conoce i y la longitud inicial l0, se puede calcular la longitud / de un cuerpo a la temperatura í, mediante la ecuación: Z = Z0(l + eí).
Análogamente se definen los coeficientes de dilatación superficial s y cúbica a, los cuales, para cuerpos isótropos, son: i = 2c y a = 3t. Las ecuaciones que regulan las dilataciones correspondientes son: S=S0(l+*í) y V=V0(l+aí).
Para los gases sólo se define el coeficiente de dilatación cúbica x, que es constante para todos ellos e igual a 1/273.
Los coeficientes de dilatación dependen de la naturaleza de la substancia que constituye el cuerpo; así, se tiene: para acero y hierro, E = 0,000O12; para aluminio, £ = 0,000024, y para fundición, e = 0,000010.
El conocimiento de los coeficientes de dilatación es importante para evitar la aparición de contracciones, cuando las dilataciones resulten impedidas. Por esta razón, los émbolos tienen cierta conicidad, pues las temperaturas de funcionamiento son mayores en la cabeza que en la base; por causa análoga es necesario permitir la dilatación de los conductos de escape. El problema resulta más complicado cuando existen diferentes metales en contacto, pues ello hace necesario procurar que las distintas dilataciones se compensen, para mantener el contacto sin esfuerzos.
Frecuentemente se aprovecha la diferencia de dilatación entre metales diversos, para fabricar los elementos bimetálicos, que se curvan por efecto del calor; se aplican en numerosos sistemas de regulación.