Uno de los carroceros más prestigiosos del mundo • 1921: la primera carrocería sobre un bastidor Spa • El prestigio internacional en la posguerra • Más de seiscientos proyectos realizados • El estilo inconfundible y el progresivo paso hacia la serie o producción industrial
Carrocero se nace, industrial se hace. Nacido en Mondovi (Italia), donde había realizado sus primeras pruebas en un taller dedicado a la reparación de carros de labranza y carrozas. Giovanni Bertone llegó a Turín en 1907. Tenía 23 años. Cinco años en los talleres Diatto (material ferroviario) y luego, en 1912, el regreso de la vía férrea a la carretera y la primera y definitiva elección de autonomía: se hizo independiente para reparar y construir carruajes.
El encuentro oficial entre Giovanni Bertone y el automovilismo, que estaba afirmando sus derechos de ciudadanía, tuvo lugar en 1921; la ocasión, un bastidor Spa 9000 Sport para ca-rrozar. Un bastidor tras otro, un pedido tras otro, hubo de abandonar los carruajes. Trabajó largo tiempo para la Spa y para la Lancia: construía las carrocerías, pero la firma era pospuesta a las de las empresas automovilísticas. Sobre la base de un acuerdo con Vincenzo Lancia, Bertone pasó a construir en serie reducida; con los años, la producción para esta empresa alcanzaría casi las 3.000 unidades.
Después de la primera guerra mundial, la actividad fue preferentemente por cuenta de terceros, y aun cuando el que las encargase no fuera la Lancia, las carrocerías apenas llevaban mención de su origen. Una segunda etapa fundamental en la actividad de la empresa lleva la fecha de 1934. Giovanni Bertone comenzaba a encontrar dificultad para obtener bastidores de las fábricas y ya hacía tiempo que se había orientado para producir los llamados «fuera de serie» directamente para particulares. Precisamente en 1934 entró en la firma su hijo Giuseppe, llamado Nuoolo, que contaba 20 años.
Tercer acontecimiento, y no por orden de importancia: también en 1934, la Carrocería Bertone hizo frente por primera vez al juicio del público, presentando en el Salón del Automóvil de Milán Superaerodinámica 900 un coche de conducción interior, con 3 luces sobre el bastidor Fiat Ardita 6 cilindros, con 3 plazas delanteras como en el Airflow de la Chrysler, los asientos tubulares, un parabrisas que continuaba hacia los costados y el techo, y las ruedas de repuesto bajo el capó, que, ampliado, incorporaba también los faros.
Fue el comienzo de un período que duró exactamente 20 años, hasta 1954, cuando salieron los primeros Alfa Romeo Giuletta Sprint con carrocerías construidas por Bertone; la producción en serie constituiría nuevamente la actividad principal del establecimiento.
En los años precedentes a la segunda guerra mundial, el número de los fuera de serie firmados por Bertone aumentó progresivamente. Son dignos de destacarse sobre todo algunos coches de tipo cabriolet, característicos de su tiempo, en el sentido en que si bien se parecían a los automóviles de otros carroceros, ésos estaban magistralmente ejecutados: entre ellos figuraba el torpedo agudo, con bastidor Alfa Romeo 6 C 2300 B, con el parabrisas trasero abatible, insólito en un carrocero italiano; además, Bertone demostró su rendimiento no alterando el aspecto del vehículo: los faros, el radiador y los parachoques eran los mismos que los de serie.
Bertone firma sus realizaciones
Después de la segunda guerra mundial, el establecimiento abarcaba una superficie de 8.000 m2, y proporcionaba trabajo a 150 obreros. Con el Fiat 1100 Derby en las versiones spider y coupé, Bertone produjo de nuevo para una empresa, pero estas realizaciones suyas en serie aparecían ahora marcadas con la sigla «b», y al mismo tiempo con el blasón Bertone salían también verdaderos fuera de serie, construidos en uno o pocos ejemplares de Fiat 1400, además de los primeros Lancia Aurelia; a esta época pertenecen los Borgward y algunos Ferrari.
Otra fecha importante, otro paso hacia el éxito definitivo: el 7 de septiembre de 1952, con ocasión de las carreras automovilísticas en el lago Elkhart (Wisconsin), la S. H. Arnolt de Chicago presentó en EE.UU. dos modelos de la carrocería Bertone sobre bastidor MG modelo TD, una berlineta y un coupé transformable, al precio de 3.585 dólares cada uno.
Realizado su primer gran negocio de exportación, Bertone continuó fabricando nuevos modelos, con los cuales figuró regularmente en los
Emblemas distintivos de la Bertone, la famosa carrocería que ha "vestido" automóviles de las más prestigiosas empresas, desde el Alfa Romeo hasta el Ferrari. Giovanni Bertone comenzó oficialmente su actividad en el campo automovilístico en 1921, carrozando un bastidor Spa 9000 Sport; sin embargo, durante bastantes años no firmó sus Salones. En París, en 1952, expuso un Abarth coupé de línea aerodinámica, con tres grandes proyectores (interesante también por el toque dado al costado, detrás del corte para la rueda delantera) y un Lancia Aurelia. En Turín, al año siguiente, presentó la quinta versión de la BAT, la «Berlineta Aerodinámica Técnica», sobre un bastidor 1900 Alfa Romeo Sprint, con los proyectores empotrados, cristales inclinados y grandes aletas traseras. De aquella época era también el spider Siata V 8 modelo 208 S, que semejaba, en escala ligeramente reducida, a los Ferrari contemporáneos.
A la producción del MG para el mercado estadounidense se añadió el 2 1 Arnolt-Bristol tipo 404, con una carrocería soldada al bastidor, oportunamente acortado.
El éxito de una línea: el Giulietta Sprint
En el Salón de Turín de 1954, Bertone presentó el Storm Z-250 sobre bastidor Dodge modificado, de evidente influencia norteamericana, y el BAT 7, sobre bastidor Alfa Romeo 1900 Sprint, pero con la parte delantera más baja, los proyectores aún empotrados -articulados de forma diversa- y las aletas aumentadas. Aquel año, sin embargo, fue mucho más importante para la suerte del carrocero la esbelta berlineta de color azul pálido, expuesta en el stand de Alfa Romeo. «Deportivo, aerodinámico, ágil, veloz, de estilo moderno», como se leía en los folletos publicitarios, con su nombre tomado de Shakespeare y la carrocería estudiada por Bertone, el novísimo Giuletta Sprint sería el primer coche de una larga serie, aun cuando el prototipo expuesto, con la luneta trasera que se abría para permitir el acceso al portaequipajes, no tenía todavía como sigla aquella inconfundible «b».
Al recomenzar la actividad en 1945, Bertone había asignado un nombre, partiendo de cero, a cada una de sus realizaciones: el proyecto de la berlineta Giuletta Sprint, con el cual comenzó el salto decisivo de la empresa, llevaba el número 37. En los 13 años siguientes, Bertone construyó más de 40.000 ejemplares de ella.
Los establecimientos de Grugliasco, junto a Turín, inaugurados en 1961, abrieron muchas otras perspectivas: para 40.000 Giulietta Sprint habían hecho falta 13 años; sólo en 1960 -entre spider Fiat 850, Fiat Diño y Simca 1200 S Coupé, Alfa Romeo Montreal y Lamborghini- se construyeron cerca de 31.000 ejemplares. El número de los proyectos aumentó paralelamente: para llegar a 100 -el carrozamiento, por encargo de una revista especializada americana, el Automobile Quarterly, de un Ford Mustang, para presentar en el New York International Automobile Show de 1965- habían tenido que pasar casi 20 años; en sólo 7 años, hasta el Salón de Turín en noviembre de 1972, se necesitaron 500 números para marcar los proyectos, porque el Lancia Fulvia Stratos HF última versión es el proyecto número 600.
Fabricación en serie de coches fuera de serie
Fiel al programa empresarial expuesto con ocasión del lanzamiento del Fiat 850 spider («las carrocerías para automóviles son nuestro trabajo, nosotros planteamos su estilo, construimos los prototipos, desarrollamos el proyecto, los métodos de proyecto y los equipos. Naturalmente, también los fabricamos en serie»), la Carrocería Bertone de G. Bertone & C. continuó dedicándose tanto a los coches especiales —las piezas únicas- como a los fuera de serie para producir en serie. La inagotable vena creativa demostrada en los 600 proyectos estudiados y realizados a partir de 1945, sólo permite citar un número restringido de realizaciones. Entre las aparecidas antes del proyecto Ford Mustang marcadas con el 100, se debe destacar también el atractivo coupé Arnolt-Bristol, ligeramente futurista, con el cual se terminó en 1955 la serie de automóviles construidos para S. H. Arnolt y que alcanzó, entre MG y Bristol, alrededor de 500 ejemplares; el muy bajo coupé Abarth 215 A (Ginebra, 1956), con" los proyectores empotrados, el Alfa Romeo Sportiva y la primera versión Veloce del Giu-lietta Sprint, contenido dentro de los mismos parámetros de los automóviles de los cuales se originó, pero más ligero y veloz, con capó, maletero y portezuelas de aluminio, ventanillas y luneta trasera de plexiglás.
En Turín, en 1957, había uno más de los muchos Aston Martin y una revista americana propuso al novísimo Giulietta Sprint Specia-le como «automóvil del año». En 1958, en París, Bertone expuso el prototipo NSU Sport Prinz. En julio de 1961, habiendo ya construido los primeros 20.000 Giulietta Sprint, estudió, siempre para la Alfa Romeo, la versión coupé 2 + 2 del 2000 Sprint. Son ejemplares únicos el Aston Martin D B4 «Jet» (Ginebra, 1961), destacable por el empleo de materiales de aleación ligera, y una berlineta Ferrari 250 GT (Turín, 1961), con el habitáculo y las partes interiores de la carrocería en acero inoxidable y los faros protegidos por rejillas metálicas; siguen los BMW 3200 CS coupé, el ASA Mille, el prototipo ISO Rivolta Grifo y la versión «de calle», mientras que más tarde se internacionalizó la colaboración con el proyecto de una berlina para la casa japonesa Toyo Kogyo.
Al principio de los años sesenta, las realizaciones más interesantes fueron el Testudo (Ginebra, 1963), basado en el Chevrolet Corvair Monza, un estudio de automóvil de Gran Turismo, de sólo 106 cm de alto -14 menos que la berlineta ASA- con montante posterior incorporado, proyectores totalmente empotrados, las luces de posición policarbonadas insertas en el parachoques y toda la cúpula de cristal, con la parte superior azulada, encima de la cabina que se abre, con bisagras delanteras; el Canguro (París, 1964), construido sobre el Alfa Romeo Giulia 1600 Tubolare, con un modelo posiblemente aún más perfilado y con los cristales pegados a los marcos metálicos, procedimiento usado únicamente hasta ahora en la industria aeronáutica y en el Fiat 850 spider (Ginebra, 1965), de línea original, y que con sus proyectores muy inclinados, armoniosamente fundidos en la parte delantera del capó, recuerda al Testudo.
De los más de 500 proyectos que se han sucedido desde 1965, se citarán algunos de los más significativos. El primer puesto pertenece sin duda al Lamborghini P 400 Miura (Ginebra, 1966), cuya perfilada e inconfundible línea manifiesta los estudios en túnel aerodinámico: es un automóvil único en su género, original tanto en el interior como en el exterior, una auténtica creación, muy diferente de la berlina Super-aerodinámica 900, con la que Bertone se presentó al público por primera vez. Después del Miura, el Cárabo (París, 1968), otro alarde de habilidad realizado sobre el bastidor del Alfa Romeo 33 con la forma de cuña, y las puertas con bisagras delanteras, con apertura de ala; el BMW Spicub (Ginebra, 1969), con el techo metálico retráctil, en substitución de la capota de tela, el Alfa Romeo Montreal (Ginebra, 1970) y el Lancia Fulvia HF Stratos, cuyo prototipo fue presentado en Turín en 1971 y que en la versión en producción lleva en los archivos Bertone el fatídico número 600.
Encontrar un denominador común, individualizar un hilo conductor entre estos 600 proyectos, todos de realización posterior a la segunda guerra mundial, es difícil, si no imposible: un prototipo está concebido con un espíritu muy diferente al de un automóvil fuera de serie destinado a la producción en serie; el carrocero, más que adherirse a un estilo personal, debe ser una fuente inagotable de ideas y dejarse guiar en su trabajo tanto por el buen gusto como por la posibilidad de realización de la creación.
Desde el Spa de 1921, a través de las anónimas carrocerías de sus primeros Lancia, Cei-rano y Diatto, a través de muchos modestos Fiat Balilla, Bertone ha pasado a los Ferrari, Lamborghini y Maserati, ha tenido entre manos bastidores americanos, franceses, ingleses y alemanes, y ha construido incluso muchos automóviles en serie que eran verdaderos fuera de serie.
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