Magnitud física que indica la capacidad de un cuerpo para ceder o absorber calor del ambiente o de otro cuerpo situado en contacto con el mismo. En la práctica, la medida de la temperatura de un cuerpo representa una indicación de «lo frío o caliente» que éste se encuentra. Los instrumentos empleados para realizar las mediciones de temperatura son los termómetros, basados en diferentes propiedades de ciertas substancias (dilatación térmica o efecto termoeléctrico) para dar un valor de dicha magnitud con relación a la escala establecida convencionalmente.
La unidad de medida más empleada es el grado centígrado (símbolo °C), que corresponde a la centésima parte del intervalo de temperatura entre los puntos de fusión y ebullición del agua destilada a 1 atm, los cuales adoptan convencional y respectivamente los valores de 0 °C y 100 °C. Esta escala de temperaturas recibe también el nombre de escala Celsius. Otra de las escalas, empleada en los países anglosajones, es la Fahrenheit (símbolo °P), según la cual al 0 y al 100 de la escala Celsius corresponden, respectivamente, 32 y 212 °P. La escala se obtiene haciendo corresponder la indicación de 100 °F a la temperatura del cuerpo humano (36 °C). También se ha usado la escala Réaumur (símbolo °R), en la que a 0 y 100 °C correspondían respectivamente 0 y 80 °R.
En termodinámica, la temperatura suele medirse en °C, refiriéndola, no obstante, a la denominada escala absoluta o Kelvin (símbolo °K). La temperatura en grados Kelvin corresponde a la temperatura, en grados centígrados, medida respecto al cero absoluto (-273,16 °C). Entre la escala Celsius y la escala absoluta existe pues la relación r(°K) = É(°C) + 273,16.