Mecanismo que permite transmitir un desplazamiento, una fuerza o cualquier otra magnitud física conservando una proporcionalidad entre mando y solicitación resultante. El servomando puede ser mecánico, hidráulico, neumático, eléctrico o electrónico.
Los servomandos empleados más corrientemente en los automóviles son el servofreno y la servodirección, que multiplican el esfuerzo realizado por el conductor durante el frenado y el viraje, respectivamente.
Sin embargo, no pueden considerarse como servomandos en sentido estricto los mecanismos eléctricos para mover los cristales de las puertas, los asientos y, en general, los mandos por relé.