Es la medida más indicativa de la variación de la viscosidad de un aceite lubricante al variar la temperatura.
Habitualmente, las características de un aceite se dan en grados SAE, que establecen solamente la viscosidad del lubricante a una temperatura de referencia (-18 °C, o bien 100 °C), pero no concreta cómo varía dicha viscosidad con la temperatura.
Para definir un aceite en relación con las condiciones de funcionamiento de los motores es más adecuado el índice de viscosidad. Dicho índice se obtiene comprobando la variación de viscosidad entre dos temperaturas y comparándola con el comportamiento de oportunos aceites de referencia.