Variación en los principales países • En Estados Unidos las importaciones superan siempre a las exportaciones • La proporción en diversas naciones
Por importación se entiende la introducción, en un mercado, de mercancías procedentes del exterior. Es el término que en las relaciones de intercambio internacionales incide de manera negativa o positiva sobre la balanza comercial de una nación, según que el valor de las mercancías importadas sea superior o inferior al de las exportadas.
En el sector de los automóviles la importación alcanza una importancia mundial, al mismo tiempo que la mayor expansión de su industria. En Europa, este fenómeno tomó auge alrededor de 1960, con la abolición gradual de los contingentes y la progresiva reducción de los impuestos aduaneros. Al principio, los automóviles extranjeros pasaban las fronteras casi exclusivamente bajo pedido expreso. Después de sólo un decenio de la segunda guerra mundial, la importación inició un rápido incremento en todos los mercados, sobre todo en los que automovilísticamente estaban más desarrollados. Al principio, las empresas extranjeras que estaban interesadas en difundir sus productos en un determinado mercado, para competir con la mejor organización comercial de la industria local, además de elaborar una red de distribución y de asistencia técnica cada vez más amplia, llegaban a estar obligadas a vender a un precio inferior al del país de origen, para hacer más competitivos sus productos. Hasta el año 1973, a pesar del preocupante empuje de inflación debido al continuo aumento del coste de las materias primas y del coste de la mano de obra, el incremento de los intercambios comerciales internacionales no sufrió descensos de importancia. Sin embargo, en 1974 y 1975, a causa de la crisis del petróleo, el volumen total de importaciones sufrió un pequeño descenso. Dicha contracción continuará parcialmente en los próximos años, debido a que los países en desarrollo, que lógicamente constituyen el depósito de reserva de la demanda automovilística, deberán llevar a cabo una política de austeridad en las importaciones, con la doble finalidad de evitar desequilibrios excesivos en las propias balanzas de pagos y de favorecer la industria local que, aunque sea lentamente, se transforma de industria de montaje en industria creativa.
Tasas aduaneras en la posguerra
Entre los motivos que frenaron las importaciones de automóviles, alcanzaron gran importancia hasta el año 1968 las denominadas tasas aduaneras. Son cargas fiscales que las mercancías importadas deben soportar y que son añadidas al precio de catálogo. Entre los países de la C.E.E., por ejemplo, la importancia
de las tasas aduaneras fue reduciéndose poco a poco, hasta la abolición total en 1968. Sobre las mercancías importadas de otros países (no pertenecientes a la Comunidad Económica Europea) se ha conservado un pequeño gravamen fiscal, cuyo importe ha sido reducido notablemente.
Debe tenerse en cuenta que en la época en que se gravaban con cargas fiscales las importaciones entre los miembros de la C.E.E., unos países estaban más protegidos que otros respecto de las importaciones de los demás. Por ejemplo, en 1967, Italia cargaba sobre los automóviles importados de los países de la C.E.E. una tasa aduanera media de un 6 % sobre el precio de catálogo; en Francia, dicho valor era de un 4,5 %; en Alemania, un 2,8 %, y en los países del Benelux un 3,6%. También sobre los automóviles importados de otros países existían diferencias en las tasas aduaneras. Por ejemplo (siempre basándose en datos de 1967), sobre el precio de catálogo de un automóvil importado de Gran Bretaña o de Suecia, en Italia se cargaba un impuesto del 30%, en Francia del 25%, en el Benelux del 22% y en Alemania del 21%.
Dichas diferencias desaparecieron a partir de 1968 cuando, junto con la abolición total de las tasas intercomunitarias entre los países de la C.E.E., fue acordada por éstos una tarifa exterior común, que unificó los impuestos aduaneros de la C.E.E. sobre los productos importados de las demás naciones.
La importación en los principales países
Considerando el período desde 1964 hasta 1973, los países más receptivos de la importación fueron:
ESTADOS UNIDOS - La elevada importación respecto a la escasa exportación es debida principalmente a la industria automovilística estadounidense que, por un lado, trabaja en el mercado internacional a través de sus filiales y, por tanto, no alcanza a satisfacer con su propia producción la demanda interior. De este modo, una parte de la demanda es cubierta por vehículos de origen extranjero (en 1973 las importaciones representaron aproximadamente el 14% de las matriculaciones). Sin embargo, casi un tercio de este total llega de Canadá, país con el cual se firmó un acuerdo aduanero en 1965.
JAPÓN - La importancia automovilística nipona es de poca importancia respecto al nivel de exportación alcanzado en estos momentos por la industria correspondiente: la diferencia es tal que, cuando el Japón se decida a abrir completamente las fronteras a los vehículos de producción extranjera, su mercado, que no goza aún de una densidad automovilística a la altura de la europea y mucho menos de la estadounidense, se supone que constituirá para las marcas extranjeras un terreno por explotar.
REPÚBLICA FEDERAL ALEMANA - Es el país, después de Estados Unidos, que absorbe anualmente el mayor número de automóviles procedentes del extranjero. Respecto a las exportaciones, las importaciones han alcanzado una proporción del 40%, y este porcentaje está aún en auge.
FRANCIA - La dinámica de las importaciones en este país no es de las más estables, puesto que las mismas tienen una evolución más bien irregular. En relación con la exportación se comprueba una incidencia en porcentaje menor en el año 1973 respecto a algunos años anteriores.
GRAN BRETAÑA - Casi cerrado a la competencia extranjera durante varios años, el mercado automovilístico británico se está abriendo cada vez más a la penetración de las empresas extranjeras. Efectivamente, fueron importantes los incrementos que el sector de la importación sufrió desde el año 1971 en adelante. Con el ingreso de Gran Bretaña en la Comunidad Económica Europea, dichos incrementos podrían llegar a ser más amplios. Respecto a la exportación, que en el bienio 1972-1973 no atravesaba un momento favorable, se registra, por tanto, una incidencia y un porcentaje de aumento continuo.
La importación y la exportación de automóviles, evidentemente inter dependientes, constituyen una medida de la importancia de las relaciones de intercambio a nivel internacional. En la fotografía, un stock preparado para su transporte.
Con independencia del retraimiento que se originó a partir de 1974, a consecuencia de la crisis petrolífera y de la energética en general, como ya se ha indicado en los países que marcan la pauta en cuanto a la evolución de importaciones y exportaciones, los restantes países tuvieron hasta 1973 un aumento en las cantidades de importación automovilística, según su nivel de desarrollo, aunque en relación directa con sus cifras de producción. Por sus especiales características, se analiza seguidamente, como ejemplo, la evolución en otros dos países europeos.
ITALIA - Este país permaneció en cotas moderadas de importación hasta el año 1961. La situación cambió radicalmente a partir de 1962, año en que se manifestaron los primeros síntomas de extranjerización (las importaciones superaron las 100.000 unidades). El balance del año siguiente confirmó el elevado índice de aceptación de los automóviles extranjeros en el mercado, con una cantidad relativamente sorprendente: más de 205.000 unidades importadas, equivalentes al 20% del total matriculado en ese mismo año. Esta cantidad se redujo en los años siguientes, por las elevadas tasas impuestas por el Gobierno italiano, hasta que, en 1970 subió de nuevo a 408.000 unidades, debido a la relativamente escasa producción italiana. Esta cifra se mantuvo prácticamente constante hasta 1973.
ESPAÑA - La importación de turismos en España está sujeta a una cantidad anual global, establecida en pesetas sin tener en cuenta la clase de modelos; es decir, los coches de turismo forman una partida globalizada, determinada por el Ministerio de Comercio cada año, y no es de libre importación. Esta cantidad globalizada, en pesetas, se refiere al pago al exterior del valor de los coches; después, para poder importarlos hay que pagar los aranceles aduaneros, bastante elevados.
En los años 1969 a 1974, ambos inclusive, España importó un total de 85.763 automóviles nuevos, a los que deben añadirse otros 16.750 usados, lo que hace un total superior a 100.000 unidades. La cifra ha oscilado siempre entre 12.000 y 14.000 vehículos anuales, con la excepción del año 1973, en que la importación se elevó hasta 17.632 coches, y de 1974, en que la tónica alcista se mantuvo.
El principal mercado lo constituyen las Islas Canarias, que importan anualmente un promedio de 11.000 coches, cifra que excepcionalmen-te se elevó a 14.600 en 1973. Ceuta y Melilla suelen importar unos 700 coches al año, mientras que la cifra de la Península y Baleares oscila alrededor de los 2.500 coches por año.
Por países, los principales proveedores son Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña, siendo muy importantes últimamente las posiciones conquistadas en el archipiélago canario por los automóviles de Japón, hasta el extremo de que en 1975 este país era ya el primer exportador de coches a España.