GASÓGENO - Definición - Significado

Aparato que tiene la misión de gasificar combustibles sólidos o líquidos a fin de hacer más fácil y conveniente su empleo, tanto en el sector de la automoción como en el de las instalaciones fijas.

El proceso de gasificación comporta las reacciones químicas inherentes a la combustión incompleta del carbono y de los hidrocarburos con producción de monóxido y dióxido de carbono, hidrógeno y metano. El calor necesario para la realización de esas reacciones puede suministrarse desde el exterior (en los procesos de reforming de fase gaseosa), o bien alternando las operaciones de insuflación y de gasificación, es decir realizando combustiones seguidas de gasificaciones (procedimientos de regeneración). La producción de hidrógeno y de monóxido de carbono, junto a la del nitrógeno constituye el punto de partida de varios procesos de síntesis química de importancia industrial.

De parciales combustiones del carbón (granzas de varios tamaños de hulla, tal cual sale de la mina, carbón vegetal), con aire se obtiene el gas de gasógeno, constituido por mezclas de óxidos de carbono, nitrógeno, hidrógeno y metano (gas de composición mixta) con un poder calorífico inferior comprendido entre 950 y 1.200 kcal/m3 normal.

En los gasógenos montados en los vehículos, el gas se obtiene haciendo pasar a velocidad elevada pequeños caudales de aire, mezclados frecuentemente con vapor de agua, a través de estratos incandescentes de coque o de carbón vegetal, descendentes por gravedad hacia la porción inferior del gasógeno. Los 2 flujos pueden ser de contracorriente o de equicorriente, y a veces también transversales.

El generador de gas se sitúa al lado de la cabina del conductor del camión, y en posición trasera en los autobuses. La instalación está compuesta de: generador de gas; depurador, colocado generalmente bajo el bastidor del vehículo; refrigerador tubular del gas; varios filtros; mezclador-dosificador que reemplaza al carburador en el funcionamiento del motor de gas; ventilador centrífugo para el arranque, y cajón para el combustible de reserva. Para el arranque del motor se necesita poner previamente a régimen el gasógeno, labor que requiere un tiempo de 5-10 mn de preparación.

En general, el peso de la instalación de gasificación supone el 4-7 % del peso total a plena carga en los vehículos industriales, y el 10-15% en los coches. La alimentación a medio gasógeno rebaja el rendimiento total del aparato motor un 25-30 % respecto al gasógeno completo. Se pueden evitar normalmente la reducción del rendimiento térmico y la de la potencia motriz específica (del orden de 0,65-0,70 CV/dm3 en vez de 1 CV/dm3) adoptando una sobrealimentación del motor del 30 % aproximadamente. En cualquier caso la alimentación con gas de gasógeno obliga a un aumento de la relación volumétrica de compresión del orden de un 30 %, o bien a la adopción de un motor con un incremento de cilindrada del orden del 20 %. La experiencia ha demostrado que la depuración del gas se realiza mucho más fácilmente en los gasógenos Que funcionan con carbón vegetal, siendo sus impurezas menos perjudiciales y exigiendo Para su depuración dispositivos de filtración mucho menos complejos.

La evolución de los gasógenos para los vehículos se ha orientado hacia soluciones técnicas del problema de la entrada de aire, adoptando para ello una tobera en posición central y confiando al combustible la misión de actuar como aislante térmico. Para la refrigeración de las toberas se han usado 3 sistemas: con agua, con aire y por transferencia térmica (gasógeno de tipo Excelsior) conseguida uniendo el extremo de la tobera, que debe ser de un metal especial, mediante un conductor del calor (cobre) al ambiente exterior. Con gasógenos de este tipo y similares sobre motores de potencia comprendida entre 30 y 40 CV, el peso total del generador de gas es del orden de 150 kg y la autonomía del vehiculo de 8 h.