Palabra derivada del verbo francés «assembler», que significa literalmente formar conjuntos, adoptada por el lenguaje corriente para indicar el montaje en serie de productos industriales cualesquiera. En el sector automovilístico tiene un significado mucho más preciso: es el proceso de producción en el cual los elementos de la *carrocería estampados en chapa, a través de sucesivas operaciones, son unidos entre sí, para obtener la carrocería bruta completa, ya sea autoportante o no. Por tanto, el ensamblaje consiste en una serie de operaciones en las que los elementos particulares que intervienen en la formación de la carrocería confluyen según un proceso lógico y ordenado para la formación de subcon-juntos y conjuntos cada vez más complejos, hasta la obtención definitiva de la carrocería completa.
Los sistemas mediante los cuales la chapa es ensamblada entre sí son muy diversos; el procedimiento más importante es, con mucho, el de la soldadura, siguiéndole el sistema de unión de algunas piezas mediante tornillos (por ejemplo, el Panhard Dyna, en el que el bastidor, los elementos de la carrocería y la estructura son de aluminio, constituye un conjunto ensamblado mediante tornillos) y, a partir de los años setenta, el encolado por medio de adhesivos estructurales.
Durante mucho tiempo el automóvil fue construido sin utilizar chapa estampada, sino simplemente montando una carrocería de madera sobre el bastidor. El bastidor tenía la función de soportar los órganos mecánicos, resistir las solicitaciones y las cargas, mientras que la carrocería construida totalmente aparte, era simplemente fijada y no participaba de la rigidez de la estructura. Las fábricas de automóviles se limitaban a construir el bastidor, con los elementos mecánicos, que posteriormente revestían los artesanos que hasta entonces habían construido carrozas de caballos.