DEFLECTOR - Definición - Significado

Elemento de la ventanilla utilizado en sus primeras aplicaciones para desviar el aire y, en parte, para proteger de él a los pasajeros de los asientos traseros en los coches abiertos. Montado sucesivamente a partir de los años treinta en las carrocerías metálicas cerradas, el deflector ha asumido la función de aireador dinámico, destinado a aumentar y mejorar la circulación del aire en el interior del habitáculo.

La utilidad principal del deflector es la de permitir una ventilación eficiente a grandes velocidades, sin necesidad de recurrir a la ventanilla, lo que crearía remolinos de aire y ruidos insoportables. Naturalmente, también a pequeñas velocidades, sobre todo con ciertas formas de deflectores, se consigue obtener un mejoramiento del caudal de aire. Existen deflectores que funcionan en depresión, es decir que hacen salir el aire del habitáculo en casi todas las condiciones de apertura, y otros que por el contrario funcionan a presión, o sea que introducen aire desde el exterior. Estos últimos son por lo general más silenciosos.

Los deflectores se sitúan en las ventanillas laterales delanteras, pero existen numerosos ejemplos de automóviles que los llevan también en las puertas traseras.

Muchos coches de 2 puertas, de serie o no, poseen el cristal trasero giratorio; en este caso generalmente está sujeto con bisagras al montante central. Debido a su posición, este sistema de deflector funciona en depresión y descarga el aire del interior del habitáculo. El defector normalmente está formado por la parte delantera del cristal lateral y por un pequeño bastidor de contorno cromado o de acero inoxidable, sobre el que se sujetan las bisagras y el sistema de cierre. La apertura del deflector no debe causar interferencias al volante o a las manos del conductor.

Casi siempre el citado bastidor dispone de un colector, que evita la entrada de agua en el vehículo en caso de lluvia. En algunos coches el mando de apertura se consigue mediante un dispositivo colocado en el panel de la puerta.

Después de haber disfrutado de una enorme difusión en los años cincuenta, los deflectores han ido desapareciendo primeramente en los coches norteamericanos y luego en la gran mayoría de los coches europeos. Ello es debido principalmente al progreso obtenido en los últimos años en los sistemas de aireación y de climatización, que permiten una renovación del aire eficiente sin necesidad de recurrir al deflector, más ruidoso aerodinámicamente y que provocaba corrientes de aire.