CITROEN, ANDRÉ - Definición - Significado

Fundador de la empresa francesa automovilística homónima, nacido en París el 5 de febrero de 1878. En 1908 colaboró con Mors en la reorganización de su empresa automovilística (que bajo la dirección de Citroen pasó de 125 a 1.200 automóviles anuales) y tuvo la fortuna de intuir las posibilidades de desarrollo de los engranajes helicoidales dobles. Esta intuición le proporcionó en 1913 la posibilidad de convertirse en industrial, fabricando precisamente dichos engranajes, característicos por su eficiencia y silenciosidad, que encontraron amplio uso en la maquinaria pesada, terrestre y naval.

En realidad, la idea de esos engranajes no fue de André Citroen, pero éste había tenido ocasión de observar durante un viaje a Polonia, tal tipo de engranajes, realizados de una forma muy rudimentaria en el taller de un herrero, y pudo intuir sus posibilidades de desarrollo a escala industrial. Aún hoy la fábrica de engranajes pertenece a la familia Citroen.

En la primera guerra mundial André Citroen tuvo que ir al frente, como oficial de artillería. La producción de municiones para cañones era entonces muy inferior a la demanda de las unidades combatientes (la producción media de una fabrica era de 5.000 piezas diarias). Citroen persuadió al gobierno francés para que organizase, con criterios nuevos, una fábrica de municiones que construyó en 1915, en un tiempo récord (6 meses), en la orilla izquierda del Sena, en París. A los 3 meses de la puesta en marcha ya se producían 20.000 proyectiles de artillería diarios, aumentados poco después hasta alcanzar la cifra de 50.000. Hay que subrayar el hecho de que en la fábrica funcionaban un restaurante para 3.000 obreros, ambulatorios, una guardería infantil y una cooperativa.

Terminada la guerra, al adaptar la fábrica a una economía de paz, Citroen escogió el sector del automóvil: firmemente convencido del valor de los métodos de producción racionales, realizó un viaje de estudios a EE.UU., a las empresas Ford y Budd, de las que tomó como modelo no sólo el método de producción, de investigación y de industrialización del producto, sino también la importancia de la publicidad.

Fueron características propias del espíritu de André Citroen el gusto y el arte por lo excepcional, y de ellas deriva la fama de una empresa única en su género, pero sobre todo el sentido de un notable pundonor profesional frente a la competencia.

La obra de Citroen en su empresa se puso de manifiesto en una serie de iniciativas, de acontecimientos, de éxitos que reflejaban el carácter del hombre: impactos publicitarios como la travesía negra en África, la amarilla en China, la blanca en el Ártico, con vehículos orugas Citroén-Kegresse; un anuncio de página entera en todos los diarios de Francia, el primer día de primavera, para recordar a los franceses que era el momento de comprar un Citroen; la primera forma (en Europa) de asistencia al cliente por medio de una red oficial de la empresa; la primera lista de precios fijos para las reparaciones, etc.

En 1934, el lanzamiento del 7 CV, revolucionario por sus conceptos técnicos y por el gran gasto en la compra de herramientas y maquinaria, puso a André Citroen en graves dificultades financieras. Se vio obligado a ceder la empresa, pero también en este caso la solución fue acertada porque recayó sobre la Michelin, que aseguró la continuidad de la marca.

A causa de una grave enfermedad incurable, André Citroen murió al año siguiente el 3 de julio de 1935.