En la práctica, el ángulo se determina según el proyecto y las experiencias realizadas para obtener un mínimo desgaste en línea recta (o sea un rozamiento mínimo entre neumático y terreno en contacto con la huella) y la máxima adherencia en las curvas (o sea la máxima superficie de contacto). El ángulo de cámber varía, por lo general, cuando se modifica el ángulo de *balanceo, en función del tipo de suspensión adoptado.
A continuación se examinan algunos tipos de suspensión, desde el punto de vista de las variaciones de cámber:
- Eje rígido y puente De Dion: el cámber no varía con el ángulo de balanceo.
- Suspensión de brazos longitudinales: la rueda es obligada a permanecer paralela a la caja del vehículo; por consiguiente, la variación del cámber es igual a la del ángulo de balanceo. La misma explicación es válida para suspensiones telescópicas tipo Lancia y para las de cuadrilátero transversal, con brazos iguales y paralelos.
- Suspensión de cuadrilátero transversal de lados desiguales y suspensión Me Pherson: en general el cámber varía poco con el ángulo de balanceo. Comúnmente se selecciona una disposición, o sea una combinación de longitudes y de ángulos de los brazos, para las cuales el cámber permanece constante para la rueda externa (más cargada en las curvas), mientras se tolera una variación notable del cámber para la rueda interna (menos cargada en las curvas).
Normalmente, el ángulo de cámber se controla a través de las medidas A y B, a efectuar en un vehículo con carga estática (figura 5) cada 15.000 km. Según los tipos de vehículo, es posible o no un registro del ángulo de cámber (*ángulos de las ruedas).